DOLOR Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar;
Y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.
Tú, fuiste amor azul montaña, sonrisa del latido del mar, caña dulce de la nostalgia, el eco del rumor de claras aguas.
Tú, canción de amor en mis oídos. Flor perfumando la habitación, cientos de poesías no escritas, tatuaje, lluvia, verdor de mi alma.
Tú, dueño de mi cósmica historia, alas libres e imperturbables, aguas nocturnales bañándome. Clavel y Rosa humedecidos de deseo.
Tú, sonrisa del salmo sagrado, corteza que cura las heridas, aroma de mirra en flor, sin mezquindad, ni egoísmo.
Tú, la piedra pulida en que se escribió nuestro amor Amorfo vivirás en mi memoria Una escalera de pasos sin eco Una sala que llenaba silencios
Tú, llanto de impalpable deseo, lengua de dragón en la hoguera, éter que libabas mis pechos contrayéndome las entrañas .
Tú, palabra refinada en mi oído pasión incendiaria del sentido, dueño nocturno que me quema, la porcelana agitada y desnuda Ya no te creo nada... Ya no seré de ti.
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa? Preguntas por qué ha perdido la sonrisa Es acaso que no sabes que ha perdido a su amor No hay suspiros en su boca solo llagas de dolor.
Pálida... Inerte... Herida... Sedienta como una rosa. En sus jardines no retoña la flor primorosa Ni los pajarillos cantan, no vuelan mariposas Todo perdió su color, las cosas no son más hermosas
No hay luciérnagas iluminando sus noches solo dolor Ni hay príncipes...Ni reyes... Ni carruajes de oro Solo hierba seca de lo que fuera ardiente resplandor
Tu princesa esta triste como rosa seca, sin color Ahora pálida y trémula, llora, ha perdido a su amor Y no hay Dios, ni María que escuche su clamor.
En su mirada no hay dulzura, solo negra amargura Ni los rastros de luz que irradiaba el mar de su ternura No florecen los jardines, ni da fragancia la rosa Ni tampoco canta el dorado ruiseñor su alegre risa.
No hay diamantes entre sus manos, ni blancas perlas Solo tiene entre los dedos su desangrado corazón. Tu princesa esta triste, se deshojan sus madreselvas No vuela, esta herida, no la arrulla más su canción Los vientos le arrancan las plumas plateadas y gime su boca está seca , los truenos negros le aturden .
Los rayos le queman de amor... La princesa esta triste No hay castillo... No hay torres... Ni siquiera una flor Es golondrina vagabunda, una pobre golfa entre desiertos y zarzas, herida muriéndose de dolor.
Entre lirios sangrantes va de amor perdiéndose triste Que le importan los palacios, ni el bufón escarlata no quiere más oros, no quiere más tules, ni rayos de plata Dadle tan solo la flor de su amor o una púa de muerte.
JEM WONG 31.08.2004 A la memoria del gran Rubén Darío Reeditado
Hoy cambiaré un ingrato amor y la almohada mojada
Me vestiré de negro, cubriré eternamente el rostro
De tanto volver una y otra vez llego el gélido invierno
Los lotos los fueron matando uno a uno sin inmutarse
Los cisnes en el estanque emiten sus últimos cantos
Tantas veces repetiste ¡Me dueles mujer, tu amor me duele!
Solo tú eres verdad, eres eterna mi hermosa Diosa Blanca
La mente ilusa creyó, más en tu vida solo absurda fantasía
Un fantasma calentándote el cuerpo, la mente y el alma
Doce hojas cayeron una a una dejando huellas en el tiempo
Y hoy se abre la puerta del oeste a donde dirijo mis pasos
La luz se perdió entre las sombras de un amor irreal, absurdo
El dolor parece inagotable pero no hay marcha atrás
Cae la frente de bruces contra enormes piedras rojas
Una y otra vez los sesos sangrantes, el dolor no termina
Vuelve y atormenta las ideas que parecen congeladas
He cambiado tanto que ni siquiera reconozco mi rostro
Juramentos de fuego solo embustes y absurdas quimeras
Mientras mi alma frunce el ceño hastiado y amargo
Una muñeca vestida de encajes a lo lejos observa mi agonía
JEM WONG
15.12.05
Nada es casual..el mito finalmente se cumplió
Soltaste mi mano
Adiós Amor
Aplicare quizás las mismas negras palabras, mientras las sombras aconsejan suicidarse. La contradicción siempre presente en los estridentes ecos de mis viseras.
Un Adagio acaricia los sordos oídos, algún día pienso, revelaré vuestro secreto el gran César unos años más viejo, negará pecados, omitirá su naturaleza, espantará sus verdes moscas
Acomodara fríamente la inmerecida corona, pronunciara una frase fétida pero razonable o quizás simplemente dirá con tono irónico -¿Quién era? -No la recuerdo
FANNY JEM WONG 21-06-08
“¡Recógelos! Siempre fueron tuyos…No perderás la corona El agua que corre por las afiladas lunas es muda, las penas…no lo son”
Esta noche en la espalda el madero de las penas Dónde estas amor cuando estoy siendo crucificada Las penas laten furiosas en cánticos extraños Y los astros esconden la luz que ya casi agoniza.
Las horas me absorben con saña desmedida Miradas de rostros extraños que ya no siento Pasan y pasan los sueños se me escapan Luces que se angostan y un túnel que grita a lo lejos.
Entre silencios el alma se duerme en cuna de aspas Giran los dados del tiempo y veo todas sus caras Infinitos y desolados abismos se muestran orgullosos Entre recuerdos ya casi imperceptibles tu nombre.
Llevo en la espalda el féretro de todas mis penas Tú eres el arrebato furioso del cielo y del averno Cuando el reloj te marque las horas perdidas El enigma ya no existirá habrá partido de tu vida.
No abra más diosa que te escuche y te aguarde Cuando tu alma se sienta herida e inconsolable Que resuenen en estos cantos las notas infernales Del dolor y la despedida mientras las penas envejecen Y mueren entre las manos las promesas nunca cumplidas.
FANNY JEM WONG 06.11.05
"Caminaré despacio hacia la torre de marfil Mi historia va terminando murió el Duende También el Rey y quizás hasta el Ratoncito" JEM