No, no me arrepiento de nada Ni el bien que me han hecho, ni el mal Todo eso me da lo mismo No, nada de nada No, no me arrepiento de nada Está pagado, barrido, olvidado Me da lo mismo el pasado
Con mis recuerdos Yo prendí el fuego Mis tristezas, mis placeres Ya no tengo necesidad de ellos Barridos mis amores con sus trémolos barridos para siempre Vuevo a partir de cero
No, nada de nada No, no me arrepiento de nada Ni el bien que me han hecho, ni el mal Todo eso me da lo mismo No, nada de nada No, no me arrepiento de nada Pues mi vida mis alegrías hoy comienzan contigo…
Non, Je ne regrette rien Edith Piaf (1915-1963)
Non, rien de rien Non, je ne regrette rien Ni le bien qu"on m"a fait, ni le mal Tout ça m"est bien égal Non, rien de rien Non, je ne regrette rien C"est payé, balayé, oublié Je me fous du passé
Avec mes souvenirs J"ai allumé le feu Mes chagrins, mes plaisirs Je n"ai plus besoin d"eux Balayés mes amours Avec leurs trémolos Balayés pour toujours Je repars à zéro
Non, rien de rien Non, je ne regrette rien Ni le bien qu"on m"a fait, ni le mal Tout ça m"est bien égal Non, rien de rien Non, je ne regrette rien Car ma vie Car mes joies Aujourd"hui Ça commence avec toi…
Te sigo queriendo como el primer día, Con esta alegría con que voy viviendo. Más que en el relevo de las cosas idas En la expectativas de los logros nuevos. Como el primer día de un sentir primero, Como el alfarero de mi fantasía. Con la algarabía de un tamborilero Y el gemir austero de una letanía. Como el primer día te sigo queriendo. Te sigo queriendo, valga la osadía, Con la garantía de mis pobre sueños, Es decir, empeños porque todavía, Vive el alma mía de seguir creyendo. Como el primer día, como el primer beso Y el primer exceso de melancolía. Como la folía del primer intento, Como el argumento de una profecía. Como el primer día te sigo queriendo. Te sigo queriendo, si no lo diría, Sé que no podría con mis sentimientos, Lo que llevo adentro se convertiría En una jauría de remordimientos. Como el primer día eres el velero, La estrella y el viento de mi travesía. Mi filosofía, mi apasionamiento, Mi mejor acento, mi soberanía. Como el primer día te sigo queriendo.
Verrà la morte e avrà i tuoi occhi/Vendrá la muerte y tendrá tus ojos Traducción de Baizabal On 19:50 Verrà la morte e avrà i tuoi occhi
Verrà la morte e avrà i tuoi occhi, questa morte che ci accompagna dal mattino alla sera, insonne, sorda, come un vecchio rimorso o un vizio assurdo. I tuoi occhi saranno una vana parola, un grido taciuto, un silenzio. Così li vedi ogni mattina quando su te sola ti pieghi nello specchio. O cara speranza, quel giorno sapremo anche noi che sei la vita e sei il nulla
Per tutti la morte ha uno sguardo. Verrà la morte e avrà i tuoi occhi. Sarà come smettere un vizio, come vedere nello specchio riemergere un viso morto, come ascoltare un labbro chiuso. Scenderemo nel gorgo muti.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, esta muerte que nos acompaña del amanecer al ocaso, insomne, sorda, como un viejo remordimiento, o un vicio absurdo. Tus ojos serán una vana palabra, un grito callado, un silencio. Así los ves cada mañana cuando sobre ti sola te doblas en el espejo. Oh querida esperanza, ese día sabremos también que eres la vida y eres la nada.
Para todos tiene la muerte una mirada. Vendrá la muerte y tendrá tus ojos. Será como dejar un vicio, como mirar en el espejo emerger un rostro muerto, como escuchar un labio cerrado. Bajaremos al abismo mudos.
Traversare una strada per scappare di casa lo fa solo un ragazzo, ma quest’uomo che gira tutto il giorno le strade, non è più un ragazzo e non scappa di casa.
Ci sono d’estate pomeriggi che fino le piazze son vuote, distese sotto il sole che sta per calare, e quest’uomo, che giunge per un viale d’inutili piante, si ferma. Val la pena esser solo, per essere sempre più solo? Solamente girarle, le piazze e le strade sono vuote. Bisogna fermare una donna e parlarle e deciderla a vivere insieme. Altrimenti, uno parla da solo. È per questo che a volte c’è lo sbronzo notturno che attacca discorsi e racconta i progetti di tutta la vita.
Non è certo attendendo nella piazza deserta che s’incontra qualcuno, ma chi gira le strade si sofferma ogni tanto. Se fossero in due, anche andando per strada, la casa sarebbe dove c’è quella donna e varrebbe la pena. Nella notte la piazza ritorna deserta e quest’uomo, che passa, non vede le case tra le inutili luci, non leva più gli occhi: sente solo il selciato, che han fatto altri uomini dalle mani indurite, come sono le sue. Non è giusto restare sulla piazza deserta. Ci sarà certamente quella donna per strada che, pregata, vorrebbe dar mano alla casa.
Trabajar cansa, Cesare Pavese
Atravesar una calle para escapar de casa sólo lo hace un muchacho, pero este hombre que vaga todo el día por las calles ya no es un muchacho y no escapa de casa.
Hay tardes de verano en que hasta las plazas están vacías, se extienden bajo un sol casi poniente, y este hombre, que viene por callejuelas de inútiles plantas, se para.
¿Vale la pena estar solo, para estar siempre más solo? Con sólo dar la vuelta, las calles y la plaza quedan vacías. Desearía detener a una mujer, hablarle y proponerle que vivan juntos.
De otra forma, uno habla solo. Por eso en ocasiones los borrachos se atacan con discursos nocturnos que relatan los proyectos de toda una vida.
No es seguro que al ir a una plaza desierta te encuentres con alguien, pero los que vagan por las calles se quedan de vez en cuando. Si anduviera con alguien mientras cruza estas calles, la casa sería donde ella estuviera, y entonces valdría la pena.
Por la noche la plaza vuelve a quedar vacía y este hombre, que pasa, no mira las casas tras las inútiles luces, no levanta más los ojos: sólo siente el asfalto que han hecho otros hombres con manos endurecidas, tal como las suyas.
No es bueno quedarse en la plaza desierta. Con seguridad habrá una mujer en la calle qué, si él se lo pide, querrá llevarlo de la mano a casa
Aún eres tú… En medio de la borrasca enmarañada sin esmeraldas y llena de sombras funesto preludio de la palabra amor y una total ausencia de los sentidos.
Aún eres tú… Quien me tiene amarrada a su calvario en una soga de ingratos sin sabores Como un ser leve caminando en el mar Como una rosa conservada en la nieve Como un sueño de sombras y algodones mutilada en el abrazo de los perfumes, arrimada a los círculos del mundo.
Aún eres tú… Desgarrándome el corazón en la ventana sin encontrar quien encienda la mirada que a pocos esta haciéndose extraviada bajo la bóveda celeste del arco infinito Mientras los relámpagos caen al mar y sus tules ascienden a la niebla del limbo
Aún eres tú… Llevándose mis suspiros al horizonte donde palpita el odio a tus plegarias Levantando sangrantes quejas al éter por hurtar mi deseo y vaciarme el alma
Aún eres tú… En una ventana mirando el horizonte en medio de una borrasca enmarañada donde me encuentro al amor maniatada renegando al omnipotente por no poder verte. ¡Aún eres tú… aún, aún es tu reino!
Aún eres tú… El Apolo que reina en la memoria Un hermoso cuerpo bañado de gloria como una estatua esculpida en barro cocinado mi ardiente tierra. Con una espalda del cobre más puro con la piel perfumada de retama, con los ojos forjados en fuego eterno y las manos suaves como terciopelo el que me desborda con besos los deseos de no querer ver al cielo Mi amor, el amor… ¡Aún el amor eres tú!
JEM WONG 16.01.2005
“A fuerza de hablar de amor, uno llega a enamorarse. Nada tan fácil. Esta es la pasión más natural del hombre”