Acuérdate de Mí.
George Gordon Byron, sexto Lord Byron.
Llora en silencio mi alma solitaria, excepto cuando esté mi corazón unido al tuyo en celestial alianza de mutuo suspirar y mutuo amor.
Es la llama de mi alma cual aurora, brillando en el recinto sepulcral: casi extinta, invisible, pero eterna... ni la muerte la puede mancillar.
¡Acuérdate de mí!... Cerca a mi tumba no pases, no, sin regalarme tu plegaria; para mi alma no habrá mayor tortura que el saber que has olvidado mi dolor.
Oye mi última voz. No es un delito rogar por los que fueron. Yo jamás te pedí nada: al expirar te exijo que sobre mi tumba nunca derrames tus lágrimas.

|