Olvide que debía mirarte con tres ojos Y como un cíclope solo te mire con uno Olvide que debía taponar mis cinco oídos Pero no renuncie a escuchar tu dulce canto
Apetecí tanto ser tu verdad que al serlo Fui solo débil y absurda certidumbre de amor Instinto y razones mis constantes batallas Por no doblegar la dignidad ante las emociones
Más la virtud de mis versos irremediablemente fenecen Son cirios de flamas agónicas adornando mi propia tumba ¡Maldita virtud! Que ya no sostiene los raudos vuelos De la golondrina que herida no cobijaste en el pecho
Mis alas quebradas, noche de tinieblas impenetrables Más hoy tengo el valor de reconocerme un ser miserable Terquedad, arrogancia, impulsividad y orgullo mis trajes Diosa Blanca, Hada de Cristal, Reina de rubíes y esmeraldas
Musa de miles de versos, Eterno Cielo Rosado, Osa Mayor Princesa Rusa, Imperial Bóveda Celeste, Amante De Napoleón Dama De Misterios, Sacerdotisa De Shiva, Mujer Amarrilla, Cuya pluma fue su espada, cuyos cantos fueron fuego y hoguera
JEM WONG 12.02.06
Aunque el dolor de estos versos destroce mi pecho Y mi corazón febril enloquezca Que nunca la rabia cubra de espuma mi alma Aunque el dolor de estos versos destroce mis huesos Y mi razón naufrague entre vaivenes Que nunca mi alma se tiña de ébano JEM WONG