Una
palmera acaricia con el vaivén de sus ramas el paso del viento, aquí,
en ésta ciudad agreste donde di origen y estadía a mis rústicos
ensueños.
En estos asfaltos rotos y estas calles de tierra donde miré muchos ojos, donde me amaron y odiaron en igual o peor medida.
En éste pueblo aprendí a dar mi primer paso, a estampar mi primitiva letra, a derramar mi incipiente llanto.
Aquí
me alimenté de mazamorra y miel de palo, de mate cocido y pan casero,
aquí supe que el tiempo es verdugo y las huellas son más que pasos
dejados a la espalda de los años.
Aquí conocí a los mendigos
hurgando ilusiones en las bolsas de basura que se arrojan en cualquier
lado, aquí sufro por los niños que roban una insignia o lavan un vidrio
para alimentar el vicio de su padre y el estómago de sus hermanos.
Aquí aprendí que no hace falta saber pescar, que de nada sirve una caña cuando al pez te lo entregan a boca de urna.
En
ésta ciudad que amo, en estos tercos paisajes de sequía y tierra seca,
supe que para ser considerado artista del pueblo hay que tocar la
guitarra, el bombo, cantar chacarera o escribirle al sachayoj, por lo
tanto quedé al margen del gusto y el sufragio, salvo alguna excepción
amigable.
Hoy, con frío y con miedo aguardo la jungla de lo
incierto, resignado a que de nada sirve la alternativa doméstica del
límite, cansado de los corruptos y los intolerantes, de los vanidosos y
los necios, de los socialistas de ocasión y los oligarcas renacidos en
las actas gubernamentales. Hastiado de la fosforescencia de los
devenidos a señores detrás del terciopelo imaginario del humo y el
eclipse.
Sé que habrá en otros suelos mejores parques, mejores ríos,
mayores árboles, mas, no sé como arrancaré mi corazón malherido de ésta
tierra de misterio y ambrosía. Pero ha llegado la hora de partir, el
hombre lo exige en su deseo de paz, en sus hilachas de poeta, hacer de
la palabra su patria y su protesta, su rumbo y su camino, su ambición y
su torpeza.
Es hora de cruzar los torrentes de las obsesiones y caer
de los agujeros secretos del estado de derecho y los vicios sociales,
es el momento de violar las angustias y hacer crecer el césped sobre la
escoria y los escombros. Escapar del mesianismo y la proliferación de
cuervos enredados en corbatas con olor a azufre y con el alma escondida
en billetera de cuero.
Es hora de partir, de inyectar el sol a mis
venas sucias de dolor y de tristeza, de arrancar a jirones la esfera
inmutable de mi cripta y de mi sueño. Dolerá la familia, dolerán los
amigos, pero son mis serpientes mas letales que la flecha que acabó con
Aquiles, mas débiles que su talón, mas persistente que un tejido de
libertades ultrajadas.
Habré de sostenerme del vértigo y el enigma
de las escalinatas de piedra y el himen del crepúsculo, sé que la vida
me guarda un estuario de cumbres verdes y sierras montañosas, alguna
playa cercana y un mar puro de aguas frescas, hacia allí me dirijo
fastidioso, en busca de la cuerda que saque del pozo mi alma perdida
entre estas callejas, donde fue feliz como la luz de un luciérnaga, por
segundos, por instantes, por momentos.
Pido perdón si no fui el
satiagueño, el argentino que deseaban, nada le ha dado mi patria a mis
manos laboriosas e incansables, solo fui un hermano de la intemperie,
devorando sigiloso los rincones de mi parque y de mi río, no hay visos
de cambio en la complejidad generacional de nuestros tiempos, mi país
es una ramera de ojos vendados entregada al poder y la avaricia,
pisoteando la miseria y creando fabricas de violentos, de vagos, de
ignorantes y de pobres.
Es hora de partir, de llevar bajo mis
costillas mi rancho de horror y de utopía, cargando mis fríos y mis
miedos, inventando lámparas de sueños en el germen de la hueva y la
clorofila, es el momento de sentenciar la rutina y la hipocresía, de
compartir el banquete del silencio en los nidos enramados de los
duendes y los pájaros.-
NO QUIERO ESTAR SIN TI SI TU NO ESTAS AQUÍ ME SOBRA EL AIRE NO QUIERO ESTAR ASI SI TU NO ESTAS LA GENTE SE HACE NADIE
SI TU NO ESTAS AQUÍ NO SE QUE DIABLOS HAGO AMANDOTE SI TU NO ESTAS AQUÍ SABRAS QUE DIOS NO VA A ENTENDER POR QUE TE VAS
NO QUIERO ESTAR SIN TI SI TU NO ESTAS AQUÍ ME FALTA EL SUEÑO NO QUIERO ANDAR ASI LATIENDO UN CORAZON SIN DUEÑO
SI TU NO ESTAS AQUÍ NO SE…
DERRAMARE MIS SUEÑOS SI ALGUN DIA NO TE TENGO LO MAS GRANDE SE HARA LO MAS PEQUÑO PASARE UN CIELO SIN ESTRELLAS ESTA VEZ TRATANDO DE ENTENDER QUIEN HIZO UN INFIERNO EL PARAISO NO TE VAYAS NUNCA PORQUE
NO PUEDO ESTAR SIN TI SI TU NO ESTAS AQUÍ ME QUEMA EL AIRE
Cuando tus manos salen, y amor, hacia las mías, qué me traen volando? Por qué se detuvieron en mi boca, de pronto, por qué las reconozco como si entonces antes, las hubiera tocado, como si antes de ser hubieran recorrido mi frente, mi cintura?
Su suavidad venía volando sobre el tiempo, sobre el mar, sobre el humo, sobre la primavera, y cuando tú pusiste tus manos en mi pecho, reconocí esas alas de paloma dorada, reconocí esa greda y ese color de trigo.
Los años de mi vida yo caminé buscándolas. Subí las escaleras, crucé los arrecifes, me llevaron los trenes, las aguas me trajeron, y en la piel de las uvas me pareció tocarte. La madera de pronto me trajo tu contacto, la almendra me anunciaba tu suavidad secreta, hasta que se cerraron tus manos en mi pecho y allí como dos alas terminaron su viaje.
PABLO NERUDA
TIME TO SAY GOODBYE
Ella:
Quando sono sola----------------->Cuando estoy sola sogno allorizzonte-------------->sueño en el horizonte e mancan le parole,-------------->y me faltan palabras, si lo so che non cè luce-------->sabes que no hay luz in una stanza quando manca il sole,-->en mi habitación cuando el sol se va, se non ci sei tu con me, con me.--->si no estás conmigo, conmigo.
Su le finestre------------------->En la ventana mostra a tutti il mio cuore------>muestro a todos mi corazón, che hai accesso,----------------->tú puedes entrar chiudi dentro me----------------->apagar dentro de mí la luce che---------------------->la luz hai incontrato per strada.------->que viene de la calle.
-Time to say goodbye-,----------->-Es hora de decir adiós-, paesi che non ho mai------------->países que nunca veduto e vissuto con te,--------->he visto y vivido contigo, adesso sì li vivrò--------------->sí que los viviré ahora con te partirò------------------->contigo partiré su navi per mari----------------->en los buques de mar che, io lo so,------------------->yo sé que no, no, non esistono più,-------->no, no, ya no existen, -its time to say goodbye-.------>-es el momento de decir adiós-.
Él:
Quando sei lontana--------------->Cuando estás ausente sogno allorizzonte-------------->sueño en el horizonte e mancan le parole,-------------->y me faltan palabras e io si lo so-------------------->y sé que che sei con me, con me,---------->estás conmigo, conmigo, tu mia luna tu sei qui con me,--->tú luna mía estás aquí conmigo, mio sole tu sei qui con me,------>mi sol está aquí conmigo, con me, con me, con me.---------->conmigo, conmigo, conmigo.
-Time to say goodbye-,----------->-Es hora de decir adiós-, paesi che non ho mai------------->países que nunca veduto e vissuto con te,--------->he visto y vivido contigo, adesso sì li vivrò--------------->sí que los viviré ahora con te partirò------------------->contigo partiré su navi per mari----------------->en los buques de mar che, io lo so,------------------->yo sé que no, no, non esistono più.-------->no, no, ya no existen.
Juntos:
Con te io li rivivrò---------------->Contigo voy a vivir con te partirò---------------------->contigo partiré su navi per mari-------------------->en los buques de mar che, io lo so,---------------------->yo sé que no, no, non esistono più,----------->no, no , ya no existen, con te io li rivivrò---------------->contigo reviviré, con te partirò.--------------------->partiré contigo.
Io con te.-------------------------->Estoy contigo.
SEMINARIO INTERNACIONAL “CÁNCER Y ESTRÉS: MANEJO DEL ESTRÉS CRÓNICO EN PSICO-ONCOLOGÍA Y AVANCES EN PSICONEUROINMUNOLOGÍA”
Lima, Octubre 8 de 2009
Estimados y estimadas colegas:
Saludándoles
cordialmente, les agradecemos su interés en ser partícipe del SEMINARIO
INTERNACIONAL “CÁNCER Y ESTRÉS: MANEJO DEL ESTRÉS CRÓNICO EN
PSICO-ONCOLOGÍA Y AVANCES EN PSICONEUROINMUNOLOGÍA” organizado por la
Facultad de Psicología y Ciencias Sociales y que tendrá a su cargo el
PHD Manolete Moscoso, reconocido especialista en el área,
psicoterapeuta y profesor de la South Florida University (USA). En
vista de la demanda para participar en este evento académico que,
creemos firmemente, contribuirá a perfeccionar el conocimiento de la
comunidad psicológica en esta novísima área de nuestra ciencia, y a
propuesta del Dr. Jaime Aliaga Tovar, Coordinador del Evento, es que la
inversión a realizar por los psicólogos y por los profesionales de las
ciencias de la salud, ha quedado fijada en S/ 60.00 nuevos soles,
recibiendo además un certificado de asistencia, un CD con las
diapositivas del Seminario, una carpeta con material de escritorio y un
pequeño refrigerio. El Seminario se efectuará en el Auditorio Raimondi
(Cuadra nueve de la Av. Arequipa) sede del Instituto Italiano de
Cultura, siendo la fechas el viernes 9 de octubre de horas 5.00 a 9.00
pm. y el sábado 10 de octubre de 8.30 a 1.00 pm. El viernes 9 sugerimos
asistir a las 4.00 pm. para la inscripción y/o recepción del material y
conveniente ubicación en el Auditorio.
Asimismo, tenemos el
agrado de hacerles saber que nuestra Facultad está organizando el VI
Congreso de Profesionales y Estudiantes de Psicología que con la
presencia de veinte (20) conferencistas invitados, se realizará entre
los días 18 a 20 de noviembre, por lo que les invitamos a colaborar con
vuestras ponencias y vasta experiencia profesional; el teléfono de
contacto es el 433-1615, 433-2795 anexo 3318. Si desearán concurrir al
Congreso pueden añadir S/. 20.00 nuevos soles a su inscripción al
Seminario Internacional haciendo un único total de Ochenta nuevos soles
con lo cual quedarían inscritos en ambos eventos, cada uno de ellos con
su propia certificación y material.
SEMINARIO INTERNACIONAL "CÁNCER Y ESTRÉS: MANEJO DEL ESTRÉS CRÓNICO EN PSICO-ONCOLOGÍA Y AVANCES EN PSICONEUROINMUNOLOGÍA"
07/10/2009 ESTIMADOS COLEGAS:
ES UN GRATO PLACER COMUNICARNOS CON USTEDES PARA AGRADECERLES SU INTERES EN PARTICIPAR EN EL SEMINARIO INTERNACIONAL "CÁNCER Y ESTRÉS: MANEJO DEL ESTRÉS CRÓNICO EN PSICO-ONCOLOGÍA Y AVANCES EN PSICONEUROINMUNOLOGÍA" ORGANIZADO POR LA FACULTAD DE PSICOLOGÍA Y CIENCIAS SOCIALES DE LA UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA, QUE SE REALIZARA LOS DIAS VIERNES 9, SABADO 10 DE OCTUBRE, DE HORAS 5.00 A 9.00 PM. Y 8.30 A 1.00 PM., RESPECTIVAMENTE.
POR FAVOR, EN VISTA QUE LA INAUGURACION SE EFECTUARA A HORAS 5.00 PM. ES RECOMENDABLE QUE RECIBAN LOS MATERIALES DEL SEMINARIO ANTES DE ESA HORA, ENTRE LAS 4.00 A 5.00. SI ALGUNA PERSONA NO HA LOGRADO EFECTIVIZAR SU PARTICIPACION, PUEDE HACER SU INVERSION ESE MISMO DIA (VIERNES 9 DE OCTUBRE) A PARTIR DE LAS 4.00 PM EN EL AUDITORIO DEL INSTITUTO ITALIANO DE CULTURA (EXCOLEGIO RAIMONDI, AV. AREQUIPA, CUADRA : PROFESIONALES: 100 NUEVOS SOLES; ESTUDIANTES DE PRE Y POSTGRADO: 60 NUEVOS SOLES. DERECHOS: 1 CERTIFICADO DE ASISTENCIA, 1 CD CON LAS DIAPOSITIVAS DEL SEMINARIO, MATERIAL DE ESCRITORIO, REFRIGERIO.
CORDIALMENTE, VUESTRO AMIGO DR. JAIME ALIAGA TOVAR COORDINADOR GENERAL
Actividad preparatoria del VI Congreso Nacional de Estudiantes y Profesionales de Psicología "Inclusión y Responsabilidad Social". La psiconeuroinmunología es una interfase en la que se estudia las múltiples interacciones entre el sistema inmunitario (SI), el Sistema Nervioso Central (SNC), el sistema endocrino y la conducta.
Hasta hace muy poco se creía que el SI era autónomo y se autoregulaba, pero ahora se sabe que el SNC desempeña un rol importante en esa regulación y que existe una reciprocidad en el control del propio cerebro por el SI, lo que abre insospechadas posibilidades para un mejor diagnóstico y tratamiento, por eso hoy es el área de mayor avance y encuentro de la psicología, las neurociencias, la psiquiatría, la inmunología, la farmacología, la reumatología, la oncología y las especialidades de las enfermedades infecciosas. Uno de sus campos de aplicación más floreciente es el del análisis de las relaciones entre el estrés y el cáncer, los dos males de la civilización actual.
Con el propósito de informarnos acerca de los más recientes avances en estas novísimas áreas del conocimiento la Facultad de Psicología de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, va a realizar teniendo como expositor al PhD PA. Manolete Moscoso, psicólogo clínico, psicoterapeuta y profesor en South Florida University (USA), el referido Seminario Internacional los días viernes 9 de octubre de 5.00 pm. a 9.30 pm. y sábado 10 de octubre de 8.30 am. a 1 pm. en el Auditorio del Instituto Italiano de Cultura, Alejandro Tirado 274, Santa Beatriz, Lima (altura de la cuadra nueva de la Av. Arequipa).
La inversión puede hacerse para participar del Seminario Internacional y del VI Congreso (18 al 20 de noviembre) en conjunto o por cada uno de estos dos eventos académicos-profesionales, el detalle es el siguiente:
Evento Profesionales Estudiantes Seminario Internacional 100.00 nuevos soles 60.00 nuevos soles Seminario Internacional + VI Congreso 150.00 nuevos soles 80.00 nuevos soles
En cada evento se entregara Certificado de Asistencia, CD con slides de la ponencia, material de escritorio y refrigerio.
La inscripción se realiza en la Oficina de Grados y Títulos de la Facultad de Psicología y Ciencias Sociales sita en Av. Almirante Du Petit Thoaurs 274, Santa Beatriz, Lima de 9.00 am. a 7.00 pm., cualquier consulta pueden hacerla al teléfono 433-1615 o 433-2975 anexo 3318, Sra. Gloria Veramendi, o al cel. 999917693 Lic. Liliana López. Email: jgradospsicouigv@hotmail.com secgradospsicouigv@hotmail.com Agradeciéndoles por vuestra atención.
Cordialmente, Dr. Jaime Aliaga Tovar Coordinador
HOJA DE VIDA DEL PhD. MANOLETE MOSCOSO
Manolete S. Moscoso, Ph.D., recibió el grado de bachiller, y titulo profesional de psicólogo en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima, Perú. Curso estudios en el programa doctoral de psicología en la Universidad de California, Los Angeles (UCLA) de 1982 a 1984. Continuo su entrenamiento académico como Visiting Scholar en el Departamento de Psicología de la University of California, Los Angeles (UCLA) en 1992-1993; y en la Escuela de Salud Pública, University of South Florida en 1995.
Se incorporo como Investigador Asociado al Center for Research in Behavioral Medicine and Health Psychology, University of South Florida en 1996, para colaborar con Charles C. Spielberger, Ph.D. Desde Enero de 1998 hasta Diciembre del 2005, fue Psicologo Investigador en Morton Plant Hospital Cancer Center y St. Joseph"s Hospital Cancer Institute en Tampa, Florida; donde implemento un programa de entrenamiento de 6 semanas en Terapia Cognitiva basada en Mindfulness (MBSR) para pacientes con cáncer. Sus investigaciones en ambas instituciones hospitalarias fueron auspiciadas por Susan G. Komen Breast Cancer Foundation.
Actualmente sirve como profesor y consultor en Terapia Cognitiva basada en Mindfulness (MBSR) en University of South Florida, donde ofrece el programa de entrenamiento en MBSR a pacientes con cáncer atendidos en Moffitt Cancer Center and Research Institute de dicha universidad. Esta labor forma parte de los estudios de investigación sobre MBSR y sistema inmune auspiciados por el National Institute of Health. Su área de interés se extiende a estudios en el campo de las emociones, particularmente la cólera, hostilidad, distress emocional y depresión. Como investigador, ha publicado un significativo número de artículos científicos en revistas internacionales, así como también capítulos de libros.
PROGRAMA DEL SEMINARIO INTERNACIONAL SOBRE STRESS Y CÁNCER
Manejo del Stress Crónico en Psico-Oncologia Avances en Psiconeuroinmunologia
VIERNES 09 DE OCTUBRE
1. El modelo biopsicosocial de enfermedad
2. La respuesta de Stress a. Fisiológico b. Psicológico c. Comporta mental
3. Una nueva forma de entender el stress a. El stress crónico b. Amiente Social c. Estilo de vida
SÁBADO 10 DE OCTUBRE
1. El stress crónico y sus repercusiones en la salud del individuo 2. Impacto negativo del stress crónico sobre el Sistema Nerviosos Central (SNC), Sistema endocrino y sistema inmune (SI). 3. Stress Crónico y estilo de vida en psico-oncologia 4. Un modelo de intervención biopsicosocial en piscó-oncología a. Programa de Apoyo psicosocial en pacientes con cáncer en USF b. La terapia Cognitiva Centrada en Mindfulness c. La respuesta de Relajación d. Manejo de la ansiedad y depresión en pacientes con cáncer e. Modificación de Estilos de vida basado en Mindfulness f. La práctica de Mindfulness y el principio de Neuroplasticidad
Los versos del Capitán [Poemas: Texto completo] Pablo Neruda
Explicación
Mucho
se discutió el anonimato de este libro. Lo que yo discutía en mi
interior mientras tanto, era si debía o no sacarlo de su origen íntimo:
revelar su progenitura era desnudar la intimidad de su nacimiento. Y no
me parecía que tal acción fuera leal a los arrebatos de amor y furia,
al clima desconsolado y ardiente del destierro que le dio nacimiento.
Por
otra parte pienso que todos los libros debieran ser anónimos. Pero
entre quitar a todos los míos mi nombre o entregarlo al más misterioso,
cedí, por fin, aunque sin muchas ganas.
¿Que por qué guardó su
misterio por tanto tiempo? Por nada y por todo, por lo de aquí y lo de
más allá, por alegrías impropias, por sufrimientos ajenos. Cuando Paolo
Ricci, compañero luminoso, lo imprimió por primera vez en Nápoles en
1952 pensamos que aquellos escasos ejemplares que él cuidó y preparó
con excelencia, desaparecerían sin dejar huellas en las arenas del sur.
No ha sido así. Y la vida que reclamó su estallido secreto hoy me lo impone como presencia del inconmovible amor.
Entrego,
pues, este libro sin explicarlo más, como si fuera mío y no lo fuera:
basta con que pudiera andar solo por el mundo y crecer por su cuenta.
Ahora que lo reconozco espero que su sangre furiosa me reconocerá
también.
Pablo Neruda Isla Negra, noviembre de 1963
Introducción
Habana, 3 de octubre de 1951
Estimado señor:
Me permito enviarle estos papeles que creo le interesarán y que no he podido dar a la publicidad hasta ahora.
Tengo
todos los originales de estos versos. Están escritos en los sitios más
diversos, como trenes, aviones, cafés y en pequeños papelitos extraños
en los que no hay casi correcciones.
En una de sus últimas cartas venía la “Carta en el camino”.
Muchos de estos papeles por arrugados y cortados son casi ilegibles, pero creo que he logrado descifrarlos.
Mi persona no tiene importancia, pero soy la protagonista de este libro y eso me hace estar orgullosa y satisfecha de mi vida.
Este
amor, este gran amor, nació un agosto de un año cualquiera, en mis
giras que hacía como artista, por los pueblos de la frontera franco
española.
Él venía de la guerra de España. No venía vencido. Era
del partido de Pasionaria, estaba lleno de ilusiones y de esperanzas
para su pequeño y lejano país, en Centro América. Siento no poder dar
su nombre. Nunca he sabido cuál era el verdadero, si Martínez, Ramírez
o Sánchez. Yo lo llamo simplemente mi Capitán y éste es el nombre que
quiero conservar en este libro.
Sus versos son como él mismo:
tiernos, amorosos, apasionados, y terribles en su cólera. Era fuerte y
su fuerza la sentían todos los que a él se acercaban. Era un hombre
privilegiado de los que nacen para grandes destinos. Yo sentía su
fuerza y mi placer más grande era sentirme pequeña a su lado.
Entró
a mi vida, como él lo dice en un verso, echando la puerta abajo. No
golpeó la puerta con timidez de enamorado. Desde el primer instante, él
se sintió dueño de mi cuerpo y de mi alma. Me hizo sentir que todo
cambiaba en mi vida, esa pequeña vida mía de artista, de comodidad, de
blandura, se transformó como todo lo que él tocaba.
No sabía de
sentimientos pequeños, ni tampoco los aceptaba. Me dio su amor, con
toda la pasión que él era capaz de sentir y yo lo amé como nunca me
creí capaz de amar. Todo se transformó en mi vida. Entré a un mundo que
antes nunca soñé que existía. Primero tuve miedo, hubo momentos de
duda, pero el amor no me dejó vacilar mucho tiempo.
Este amor me traía todo.
La
ternura dulce y sencilla cuando buscaba una flor, un juguete, una
piedra de río y me la entregaba con sus ojos húmedos de una ternura
infinita. Sus grandes manos eran, en este momento, de una blandura
dulce y en sus ojos se asomaba entonces un alma de niño.
Pero
había en mí un pasado que él no conocía y había celos y furias
incontenibles. Éstas eran como tempestades furiosas que azotaban su
alma y la mía, pero nunca tuvieron fuerza para destrozar la cadena que
nos unía, que era nuestro amor, y de cada tempestad salíamos más
unidos, más fuertes, más seguros de nosotros mismos.
En todos
estos momentos, él escribía estos versos, que me hacían subir al cielo
o bajar al mismo infierno, con la crudeza de sus palabras que me
quemaban como brasas.
Él no podía amar de otra manera.
Estos
versos son la historia de nuestro amor, grande en todas sus
manifestaciones. Tenía la misma pasión que él ponía en sus combates, en
sus luchas contra las injusticias. Le dolía el sufrimiento y la
miseria, no sólo de su pueblo, sino de todos los pueblos, todas las
luchas por combatirlas eran suyas y se entregaba entero, con toda su
pasión.
Yo soy muy poco literaria y no puedo hablar del valor de
estos versos, fuera del valor humano que indiscutiblemente tienen. Tal
vez el Capitán nunca pensó que estos versos se publicarían, pero ahora
creo que es mi deber darlos al mundo.
Saluda atentamente a usted. Rosario de la Cerda
Los versos del Capitán El amor
EN TI LA TIERRA
Pequeña rosa, rosa pequeña, a veces, diminuta y desnuda, parece que en una mano mía cabes, que así voy a cerrarte y llevarte a mi boca, pero de pronto mis pies tocan tus pies y mi boca tus labios, has crecido, suben tus hombros como dos colinas, tus pechos se pasean por mi pecho, mi brazo alcanza apenas a rodear la delgada línea de luna nueva que tiene tu cintura: en el amor como agua de mar te has desatado: mido apenas los ojos más extensos del cielo y me inclino a tu boca para besar la tierra.
LA REINA
Yo te he nombrado reina. Hay más altas que tú, más altas. Hay más puras que tú, más puras. Hay más bellas que tú, hay más bellas. Pero tú eres la reina. Cuando vas por las calles nadie te reconoce. Nadie ve tu corona de cristal, nadie mira la alfombra de oro rojo que pisas donde pasas, la alfombra que no existe. Y cuando asomas suenan todos los ríos en mi cuerpo, sacuden el cielo las campanas, y un himno llena el mundo. Sólo tú y Yo, sólo tú y yo, amor mío, lo escuchamos.
EL ALFARERO
Todo tu cuerpo tiene copa o dulzura destinada a mí. Cuando subo la mano encuentro en cada sitio una paloma que me buscaba, como si te hubieran, amor, hecho de arcilla para mis propias manos de alfarero. Tus rodillas, tus senos, tu cintura faltan en mí como en el hueco de una tierra sedienta de la que desprendieron una forma, y juntos somos completos como un solo río, como una sola arena.
8 DE SEPTIEMBRE
Hoy, este día fue una copa plena, hoy, este día fue la inmensa ola, hoy, fue toda la tierra. Hoy el mar tempestuoso nos levantó en un beso tan alto que temblamos a la luz de un relámpago y, atados, descendimos a sumergirnos sin desenlazarnos. Hoy nuestros cuerpos se hicieron extensos, crecieron hasta el límite del mundo y rodaron fundiéndose en una sola gota de cera o meteoro. Entre tú y yo se abrió una nueva puerta y alguien, sin rostro aún, allí nos esperaba.
TUS PIES
Cuando no puedo mirar tu cara miro tus pies. Tus pies de hueso arqueado, tus pequeños pies duros. Yo sé que te sostienen, y que tu dulce peso sobre ellos se levanta. Tu cintura y tus pechos, la duplicada púrpura de tus pezones, la caja de tus ojos que recién han volado, tu ancha boca de fruta, tu cabellera roja, pequeña torre mía. Pero no amo tus pies sino porque anduvieron sobre la tierra y sobre el viento y sobre el agua, hasta que me encontraron.
TUS MANOS Cuando tus manos salen, y amor, hacia las mías, qué me traen volando? Por qué se detuvieron en mi boca, de pronto, por qué las reconozco como si entonces antes, las hubiera tocado, como si antes de ser hubieran recorrido mi frente, mi cintura? Su suavidad venía volando sobre el tiempo, sobre el mar, sobre el humo, sobre la primavera, y cuando tú pusiste tus manos en mi pecho, reconocí esas alas de paloma dorada, reconocí esa greda y ese color de trigo. Los años de mi vida yo caminé buscándolas. Subí las escaleras, crucé los arrecifes, me llevaron los trenes, las aguas me trajeron, y en la piel de las uvas me pareció tocarte. La madera de pronto me trajo tu contacto, la almendra me anunciaba tu suavidad secreta, hasta que se cerraron tus manos en mi pecho y allí como dos alas terminaron su viaje.
TU RISA
Quítame el pan si quieres, quítame el aire, pero no me quites tu risa. No me quites la rosa, la lanza que desgranas, el agua que de pronto estalla en tu alegría, la repentina ola de planta que te nace. Mi lucha es dura y vuelvo con los ojos cansados a veces de haber visto la tierra que no cambia, pero al entrar tu risa sube al cielo buscándome y abre para mí todas las puertas de la vida. Amor mío, en la hora más oscura desgrana tu risa, y si de pronto ves que mi sangre mancha las piedras de la calle, ríe, porque tu risa será para mis manos como una espada fresca. Junto al mar en otoño, tu risa debe alzar su cascada de espuma, y en primavera, amor, quiero tu risa como la flor que yo esperaba, la flor azul, la rosa de mi patria sonora. Ríete de la noche, del día, de la luna, ríete de las calles torcidas de la isla, ríete de este torpe muchacho que te quiere, pero cuando yo abro los ojos y los cierro, cuando mis pasos van, cuando vuelven mis pasos, niégame el pan, el aire, la luz, la primavera, pero tu risa nunca porque me moriría.
EL INCONSTANTE
Los ojos se me fueron detrás de una morena que pasó. Era de nácar negro, era de uvas moradas, y me azotó la sangre con su cola de fuego. Detrás de todas me voy. Pasó una clara rubia como una planta de oro balanceando sus dones. Y mi boca se fue como una ola descargando en su pecho relámpagos de sangre. Detrás de todas me voy. Pero a ti, sin moverme, sin verte, tú distante, van mi sangre y mis besos, morena y clara mía, alta y pequeña mía, ancha y delgada mía, mi fea, mi hermosura, hecha de todo el oro y de toda la plata, hecha de todo el trigo y de toda la tierra, hecha de toda el agua de las olas marinas, hecha para mis brazos, hecha para mis besos, hecha para mi alma.
LA NOCHE EN LA ISLA
Toda la noche he dormido contigo junto al mar, en la isla. Salvaje y dulce eras entre el placer y el sueño, entre el fuego y el agua. Tal vez muy tarde nuestros sueños se unieron en lo alto o en el fondo, arriba como ramas que un mismo viento mueve, abajo como rojas raíces que se tocan. Tal vez tu sueño se separó del mío y por el mar oscuro me buscaba como antes, cuando aún no existías, cuando sin divisarse navegué por tu lado, y tus ojos buscaban lo que ahora -pan, vino, amor y cólera- te doy a manos llenas porque tú eres la copa que esperaba los dones de mi vida. He dormido contigo toda la noche mientras la oscura tierra gira con vivos y con muertos, y al despertar de pronto en medio de la sombra mi brazo rodeaba tu cintura. Ni la noche, ni el sueño pudieron separarnos. He dormido contigo y al despertar tu boca salida de tu sueño me dio el sabor de tierra, de agua marina, de algas, del fondo de tu vida, y recibí tu beso mojado por la aurora como si me llegara del mar que nos rodea.
EL VIENTO EN LA ISLA
El viento es un caballo: óyelo cómo corre por el mar, por el cielo. Quiere llevarme: escucha cómo recorre el mundo para llevarme lejos. Escóndeme en tus brazos por esta noche sola, mientras la lluvia rompe contra el mar y la tierra su boca innumerable. Escucha cómo el viento me llama galopando para llevarme lejos. Con tu frente en mi frente, con tu boca en mi boca, atados nuestros cuerpos al amor que nos quema, deja que el viento pase sin que pueda llevarme. Deja que el viento corra coronado de espuma, que me llame y me busque galopando en la sombra, mientras yo, sumergido bajo tus grandes ojos, por esta noche sola descansaré, amormío.
LA INFINITA
Ves estas manos? Han medido la tierra, han separado los minerales y los cereales, han hecho la paz y la guerra, han derribado las distancias de todos los mares y ríos, y sin embargo cuando te recorren a ti, pequeña, grano de trigo, alondra, no alcanzan a abarcarle, se cansan alcanzando las palomas gemelas que reposan o vuelan en tu pecho, recorren las distancias de tus piernas, se enrollan en la luz de tu cintura. Para mí eres tesoro más cargado de inmensidad que el mar y sus racimos y eres blanca y azul y extensa como la tierra en la vendimia. En ese territorio, de tus pies a tu frente, andando, andando, andando, me pasaré la vida.
BELLA
Bella, como en la piedra fresca del manantial, el agua abre un ancho relámpago de espuma, así es la sonrisa en tu rostro, bella. Bella, de finas manos y delgados pies como un caballito de plata, andando, flor del mundo, así te veo, bella. Bella, con un nido de cobre enmarañado en tu cabeza, un nido color de miel sombría donde mi corazón arde y reposa, bella. Bella, no te caben los ojos en la cara, no te caben los ojos en la tierra. Hay países, hay ríos, en tus ojos, mi patria está en tus ojos, yo camino por ellos, ellos dan luz al mundo por donde yo camino, bella. Bella, tus senos son como dos panes hechos de tierra cereal y luna de oro, bella. Bella, tu cintura la hizo mi brazo como un río cuando pasó mil años por tu dulce cuerpo, bella. Bella, no hay nada como tus caderas, tal vez la tierra tiene en algún sitio oculto la curva y el aroma de tu cuerpo, tal vez en algún sitio, bella. Bella, mi bella, tu voz, tu piel, tus uñas, bella, mi bella, tu ser, tu luz, tu sombra, bella, todo eso es mío, bella, todo eso es mío, mía, cuando andas o reposas, cuando cantas o duermes, cuando sufres o sueñas, siempre, cuando estás cerca o lejos, siempre, eres mía, mi bella, siempre.
LA RAMA ROBADA
En la noche entraremos a robar una rama florida. Pasaremos el muro, en las tinieblas del jardín ajeno, dos sombras en la sombra. Aún no se fue el invierno, y el manzano aparece convertido de pronto en cascada de estrellas olorosas. En la noche entraremos hasta su tembloroso firmamento, y tus pequeñas manos y las mías robarán las estrellas. Y sigilosamente, a nuestra casa, en la noche y en la sombra, entrará con tus pasos el silencioso paso del perfume y con pies estrellados el cuerpo claro de la primavera.
EL HIJO
Ay hijo, sabes, sabes de dónde vienes? De un lago con gaviotas blancas y hambrientas. Junto al agua de invierno ella y yo levantamos una fogata roja gastándonos los labios de besarnos el alma, echando al fuego todo, quemándonos la vida. Así llegaste al mundo. Pero ella para verme y para verte un día atravesó los mares y yo para abrazar su pequeña cintura toda la tierra anduve, con guerras y montañas, con arenas y espinas. Así llegaste al mundo. De tantos sitios vienes, del agua y de la tierra, del fuego y de la nieve, de tan lejos caminas hacia nosotros dos, desde el amor terrible que nos ha encadenado, que queremos saber cómo eres, qué nos dices, porque tú sabes más del mundo que te dimos. Como una gran tormenta sacudimos nosotros el árbol de la vida hasta las más ocultas fibras de las raíces y apareces ahora cantando en el follaje, en la más alta rama que contigo alcanzamos.
LA TIERRA
La tierra verde se ha entregado a todo lo amarillo, oro, cosechas, terrones, hojas, grano, pero cuando el otoño se levanta con su estandarte extenso eres tú la que veo, es para mí tu cabellera la que reparte las espigas. Veo los monumentos de antigua piedra rota, pero si toco la cicatriz de piedra tu cuerpo me responde, mis dedos reconocen de pronto, estremecidos, tu caliente dulzura. Entre los héroes paso recién condecorados por la tierra y la pólvora y detrás de ellos, muda, con tus pequeños pasos, eres o no eres? Ayer cuando sacaron de raíz, para verlo, el viejo árbol enano te vi salir mirándome desde las torturadas y sedientas raíces. Y cuando viene el sueño a extenderme y llevarme a mi propio silencio hay un gran viento blanco que derriba mi sueño y caen de él las hojas, caen como cuchillos sobre mí desangrándome. Y cada herida tiene la forma de tu boca.
AUSENCIA
Apenas te he dejado, vas en mí, cristalina o temblorosa, o inquieta, herida por mí mismo o colmada de amor, como cuando tus ojos se cierran sobre el don de la vida que sin cesar te entrego. Amor mío, nos hemos encontrado sedientos y nos hemos bebido toda el agua y la sangre, nos encontramos con hambre y nos mordimos como el fuego muerde, dejándonos heridas. Pero espérame, guárdame tu dulzura. Yo te daré también una rosa. El deseo
EL TIGRE
Soy el tigre. Te acecho entre las hojas anchas como lingotes de mineral mojado. El río blanco crece bajo la niebla. Llegas. Desnuda te sumerges. Espero. Entonces en un salto de fuego, sangre, dientes, de un zarpazo derribo tu pecho, tus caderas. Bebo tu sangre, rompo tus miembros uno a uno. Y me quedo velando por años en la selva tus huesos, tu ceniza, inmóvil, lejos del odio y de la cólera, desarmado en tu muerte, cruzado por las lianas, inmóvil en la lluvia, centinela implacable de mi amor asesino.
EL CÓNDOR
Yo soy el cóndor, vuelo sobre ti que caminas y de pronto en un ruedo de viento, pluma, garras, te asalto y te levanto en un ciclón silbante de huracanado frío. Y a mi torre de nieve, a mi guarida negra te llevo y sola vives, y te llenas de plumas y vuelas sobre el mundo, inmóvil, en la altura. Hembra cóndor, saltemos sobre esta presa roja, desgarremos la vida que pasa palpitando y levantemos juntos nuestro vuelo salvaje.
EL INSECTO
De tus caderas a tus pies quiero hacer un largo viaje. Soy más pequeño que un insecto. Voy por estas colinas, son de color de avena, tienen delgadas huellas que sólo yo conozco, centímetros quemados, pálidas perspectivas. Aquí hay una montaña. No saldré nunca de ella. Oh qué musgo gigante! Y un cráter, una rosa de fuego humedecido! Por tus piernas desciendo hilando una espiral o durmiendo en el viaje y llego a tus rodillas de redonda dureza como a las cimas duras de un claro continente. Hacia tus pies resbalo, a las ocho aberturas, de tus dedos agudos, lentos, peninsulares, y de ellos al vacío de la sábana blanca caigo, buscando ciego y hambriento tu contorno de vasija quemante!
Las furias
EL AMOR
Qué tienes, qué tenemos, qué nos pasa? Ay nuestro amor es una cuerda dura que nos amarra hiriéndonos y si queremos salir de nuestra herida, separarnos, nos hace un nuevo nudo y nos condena a desangrarnos y quemarnos juntos. Qué tienes? Yo te miro y no hallo nada en ti sino dos ojos como todos los ojos, una boca perdida entre mil bocas que besé, más hermosas, un cuerpo igual a los que resbalaron bajo mi cuerpo sin dejar memoria. Y qué vacía por el mundo ibas como una jarra de color de trigo sin aire, sin sonido, sin substancia! Yo busqué en vano en ti profundidad para mis brazos que excavan, sin cesar, bajo la tierra: bajo tu piel, bajo tus ojos nada, bajo tu doble pecho levantado apenas una corriente de orden cristalino que no sabe por qué corre cantando. Por qué, por qué, por qué, amor mío, por qué?
SIEMPRE
Antes de mí no tengo celos. Ven con un hombre a la espalda, ven con cien hombres en tu cabellera, ven con mil hombres entre tu pecho y tus pies, ven como un río lleno de ahogados que encuentra el mar furioso, la espuma eterna, el tiempo! Tráelos todos adonde yo te espero: siempre estaremos solos, siempre estaremos tú y yo solos sobre la tierra para comenzar la vida!
EL DESVÍO
Si tu pie se desvía de nuevo, será cortado. Si tu mano te lleva a otro camino se caerá podrida. Si me apartas tu vida morirás aunque vivas. Seguirás muerta o sombra, andando sin mí por la tierra.
LA PREGUNTA
Amor, una pregunta te ha destrozado. Yo he regresado a ti desde la incertidumbre con espinas. Te quiero recta como la espada o el camino. Pero te empeñas en guardar un recodo de sombra que no quiero. Amor mío, compréndeme, te quiero toda, de ojos a pies, a uñas, por dentro, toda la claridad, la que guardabas. Soy yo, amor mío, quien golpea tu puerta. No es el es el fantasma, no es el que antes se detuvo en tu ventana. yo echo la puerta abajo: Yo entro en toda tu vida: vengo a vivir en tu alma: tú no puedes conmigo. Tienes que abrir puerta a puerta, tienes que obedecerme, tienes que abrir los ojos para que busque en ellos, tienes que ver cómo ando con pasos pesados por todos los caminos que, ciegos, me esperaban. No me temas, soy tuyo, pero no soy el pasajero ni el mendigo, soy tu dueño, el que tú esperabas, y ahora entro en tu vida, para no salir más, amor, amor, amor, para quedarme.
LA PRÓDIGA
Yo te escogí entre todas las mujeres para que repitieras sobre la tierra mi corazón que baila con espigas o lucha sin cuartel cuando hace falta. Yo te pregunto, dónde está mi hijo? No me esperaba en ti, reconociéndome, Y diciéndome: “Llámame para salir sobre la tierra Y continuar tus luchas y tus cantos?” Devuélveme a mi hijo! Lo has olvidado en las puertas del placer, oh pródiga enemiga, has olvidado que viniste a esta cita, la más profunda, aquella en que los dos, unidos, seguiremos hablando por su boca, amor mío, ay, todo aquello que no alcanzamos a decirnos? Cuando yo te levanto en una ola de fuego y sangre, y se duplica la vida entre nosotros, acuérdate, que alguien nos llama como nadie jamás nos ha llamado y que no respondemos y nos quedamos solos y cobardes ante la vida que negamos. Pródiga, abre las puertas, y que en tu corazón el nudo ciego se desenlace y vuele con tu sangre y la mía por el mundo!
EL DAÑO
Te he hecho daño, alma mía, he desgarrado tu alma. Entiéndeme. Todos saben quién soy, pero ese Soy es además un hombre para ti. En ti vacilo, caigo y me levanto ardiendo. Tú entre todos los seres tienes derecho a verme débil. Y tu pequeña mano de pan y de guitarra debe tocar mi pecho cuando sale al combate. Por eso busco en ti la firme piedra. Ásperas manos en tu sangre clavo buscando tu firmeza y la profundidad que necesito, y si no encuentro sino tu risa de metal, si no hallo nada en qué sostener mis duros pasos, adorada, recibe mi tristeza y mi cólera, mis manos enemigas destruyéndote un poco para que te levantes de la arcilla, hecha de nuevo para mis combates.
EL POZO
A veces te hundes, caes en tu agujero de silencio, en tu abismo de cólera orgullosa, y apenas puedes volver, aún con jirones de lo que hallaste en la profundidad de tu existencia. Amor mío, qué encuentras en tu pozo cerrado? Algas, ciénagas, rocas? Qué ves con ojos ciegos, rencorosa y herida? Mi vida, no hallarás en el pozo en que caes lo que yo guardo para ti en la altura: un ramo de jazmines con rocío un beso más profundo que tu abismo. No me temas, no caigas en tu rencor de nuevo. Sacude la palabra mía que vino a herirte y déjala que vuele por la ventana abierta. Ella volverá a herirme sin que tú la dirijas puesto que fue cargada con un instante duro y ese instante será desarmado en mi pecho. Sonríeme radiosa si mi boca te hiere. No soy un pastor dulce como en los cuentos de hadas, sino un buen leñador que comparte contigo tierra, viento y espinas de los montes. Ámame, tú, sonríeme, ayúdame a ser bueno. No te hieras en mí, que será inútil, no me hieras a mí porque te hieres.
EL SUEÑO
Andando en las arenas yo decidí dejarte. Pisaba un barro oscuro que temblaba, y hundiéndome y saliendo decidí que salieras de mí, que me pesabas como piedra cortante, y elaboré tu pérdida paso a paso: cortarte las raíces, soltarte sola al viento. Ay, en ese minuto, corazón mío, un sueño con sus alas terribles te cubría. Te sentías tragada por el barro, y me llamabas y yo no acudía, te ibas, inmóvil, sin defenderte hasta ahogarte en la boca de arena. Después mi decisión se encontró con tu sueño, y desde la ruptura que nos quebraba el alma, surgimos limpios otra vez, desnudos, amándonos sin sueño, sin arena, completos y radiantes, sellados por el fuego.
SI TÚ ME OLVIDAS
Quiero que sepas una cosa. Tú sabes cómo es esto: si miro la luna de cristal, la rama roja del lento otoño en mi ventana, si toco junto al fuego la impalpable ceniza o el arrugado cuerpo de la leña, todo me lleva a ti, como si todo lo que existe, aromas, luz, metales, fueran pequeños barcos que navegan hacia las islas tuyas que me aguardan. Ahora bien, si poco a poco dejas de quererme dejaré de quererte poco a poco. Si de pronto me olvidas no me busques que ya te habré olvidado. Si consideras largo y loco el viento de banderas que pasa por mi vida y te decides a dejarme a la orilla del corazón en que tengo raíces, piensa que en ese día, a esa hora levantaré los brazos y saldrán mis raíces a buscar otra tierra. Pero si cada día, cada hora sientes que a mí estás destinada con dulzura implacable. Si cada día sube una flor a tus labios a buscarme, ay amor mío, ay mía, en mí todo ese fuego se repite, en mí nada se apaga ni se olvida, mi amor se nutre de tu amor, amada, y mientras vivas estará en tus brazos sin salir de los míos.
EL OLVIDO
Todo el amor en una copa ancha como la tierra, todo el amor con estrellas y espinas te di, pero anduviste con pies pequeños, con tacones sucios sobre el fuego, apagándolo. Ay gran amor, pequeña amada! No me detuve en la lucha. No dejé de marchar hacia la vida, hacia la paz, hacia el pan para todos, pero te alcé en mis brazos y te clavé a mis besos y te miré como jamás volverán a mirarte ojos humanos. Ay gran amor, pequeña amada! Entonces no mediste mi estatura, y al hombre que para ti apartó la sangre, el trigo, el agua confundiste con el pequeño insecto que te cayó en la falda. Ay gran amor, pequeña amada! No esperes que te mire en la distancia hacia atrás, permanece con lo que te dejé, pasea con mi fotografía traicionada, yo seguiré marchando, abriendo anchos caminos contra la sombra, haciendo suave la tierra, repartiendo la estrella para los que vienen. Quédate en el camino. Ha llegado la noche para ti. Tal vez de madrugada nos veremos de nuevo. Ay gran amor, pequeña amada!
LAS MUCHACHAS
Muchachas que buscabais el gran amor, el gran amor terrible, qué ha pasado, muchachas? Tal vez el tiempo, el tiempo! Porque ahora, aquí está, ved cómo pasa arrastrando las piedras celestes, destrozando las flores y las hojas, con un ruido de espumas azotadas contra todas las piedras de tu mundo, con un olor de esperma y de jazmines, junto a la luna sangrienta! Y ahora tocas el agua con tus pies pequeños, con tu pequeño corazón y no sabes qué hacer! Son mejores ciertos viajes nocturnos, ciertos departamentos, ciertos divertidísimos paseos, ciertos bailes sin mayor consecuencia que continuar el viaje! Muérete de miedo o de frío, o de duda, que yo con mis grandes pasos la encontraré, dentro de ti o lejos de ti, y ella me encontrará, la que no temblará frente al amor, la que estará fundida conmigo en la vida o la muerte!
TÚ VENÍAS
No me has hecho sufrir sino esperar. Aquellas horas enmarañadas, llenas de serpientes, cuando se me caía el alma y me ahogaba, tú venías andando, tú venías desnuda y arañada, tú llegabas sangrienta hasta mi lecho, novia mía, y entonces toda la noche caminamos durmiendo y cuando despertamos eras intacta y nueva, como si el grave viento de los sueños de nuevo hubiera dado fuego a tu cabellera y en trigo y plata hubiera sumergido tu cuerpo hasta dejarlo deslumbrante. Yo no sufrí amor mío, yo sólo te esperaba. Tenías que cambiar de corazón y de mirada después de haber tocado la profunda zona de mar que te entregó mi pecho. Tenías que salir del agua pura como una gota levantada por una ola nocturna. Novia mía, tuviste que morir y nacer, yo te esperaba Yo no sufrí buscándote, sabía que vendrías, una nueva mujer con lo que adoro de la que no adoraba, con tus ojos, tus manos y tu boca pero con otro corazón que amaneció a mi lado como si siempre hubiera estado allí para seguir conmigo para siempre.
Las vidas
EL MONTE Y EL RÍO
En mi patria hay un monte. En mi patria hay un río. Ven conmigo. La noche al monte sube. El hambre baja al río. Ven conmigo. Quiénes son los que sufren? No sé, pero son míos. Ven conmigo. No sé, pero me llaman y me dicen: “Sufrimos”. Ven conmigo. Y me dicen: “Tu pueblo, tu pueblo desdichado, entre el monte y el río, con hambre y con dolores, no quiere luchar solo, te está esperando, amigo”. Oh tú, la que yo amo, pequeña, grano rojo de trigo, será dura la lucha, la vida será dura, pero vendrás conmigo.
LA POBREZA Ay no quieres, te asusta la pobreza, no quieres ir con zapatos rotos al mercado y volver con el viejo vestido. Amor, no amamos, como quieren los ricos, la miseria. Nosotros la extirparemos como diente maligno que hasta ahora ha mordido el corazón del hombre. Pero no quiero que la temas. Si llega por mi culpa a tu morada, si la pobreza expulsa tus zapatos dorados, que no expulse tu risa que es el pan de mi vida. Si no puedes pagar el alquiler sal al trabajo con paso orgulloso, y piensa, amor, que yo te estoy mirando y somos juntos la mayor riqueza que jamás se reunió sobre la tierra.
LAS VIDAS
Ay qué incómoda a veces te siento conmigo, vencedor entre los hombres! Porque no sabes que conmigo vencieron miles de rostros que no puedes ver, miles de pies y pechos que marcharon conmigo, que no soy, que no existo, ¿ue sólo soy la frente de los que van conmigo, que soy más fuerte porque llevo en mí no mí pequeña vida sino todas las vidas, y ando seguro hacia adelante porque tengo mil ojos, golpeo con peso de piedra porque tengo mil manos y mi voz se oye en las orillas de todas las tierras porque es la voz de todos los que no hablaron, de los que no cantaron y cantan hoy con esta boca que a ti te besa.
LA BANDERA
Levántate conmigo. Nadie quisiera como yo quedarse sobre la almohada en que tus párpados quieren cerrar el mundo para mí. Allí también quisiera dejar dormir mi sangre rodeando tu dulzura. Pero levántate, tú, levántate, pero conmigo levántate y salgamos reunidos a luchar cuerpo a cuerpo contra las telarañas del malvado, contra el sistema que reparte el hambre, contra la organización de la miseria. Vamos, y tú, mi estrella, junto a mí, recién nacida de mi propia arcilla, ya habrás hallado el manantial que ocultas y en medio del fuego estarás junto a mí, con tus ojos bravíos, alzando mi bandera.
El Amor del Soldado En plena guerra te llevó la vida a ser el amor del soldado. Con tu pobre vestido de seda, tus uñas de piedra falsa te tocó caminar por el fuego. Ven acá, vagabunda, ven a beber sobre mi pecho rojo rocío. No querías saber dónde andabas, eras la compañera de baile, no tenías partido ni patria. Y ahora a mi lado caminando ves que conmigo va la vida y que detrás está la muerte. Ya no puedes volver a bailar con tu traje de seda en la sala. Te vas a romper los zapatos, pero vas a crecer en la marcha. Tienes que andar sobre las espinas dejando gotitas de sangre. Bésame de nuevo, querida. Limpia ese fusil, camarada.
NO SÓLO EL FUEGO
Ay sí, recuerdo, ay tus ojos cerrados como llenos por dentro de luz negra, todo tu cuerpo como una mano abierta, como un racimo blanco de la luna, y el éxtasis, cuando nos mata un rayo, cuando un puñal nos hiere en las raíces y nos rompe una luz la cabellera, y cuando vamos de nuevo volviendo a la vida, como si del océano saliéramos, como si del naufragio volviéramos heridos entre las piedras y las algas rojas. Pero hay otros recuerdos, no sólo flores del incendio, sino pequeños brotes que aparecen de pronto cuando voy en los trenes o en las calles. Te veo lavando mis pañuelos, colgando en la ventana mis calcetines rotos, tu figura en que todo, todo el placer como una llamarada cayó sin destruirte, de nuevo, mujercita de cada día, de nuevo ser humano, humildemente humano, soberbiamente pobre, como tienes que ser para que seas no la rápida rosa que la ceniza del amor deshace, sino toda la vida, toda la vida con jabón y agujas, con el aroma que amo de la cocina que tal vez no tendremos y en que tu mano entre las papas fritas y tu boca cantando en invierno mientras llega el asado serían para mí la permanencia de la felicidad sobre la tierra. Ay vida mía, no sólo el fuego entre nosotros arde, si no toda la vida, la simple historia, el simple amor de una mujer y un hombre parecidos a todos.
LA MUERTA
Si de pronto no existes, si de pronto no vives, yo seguiré viviendo. No me atrevo, no me atrevo a escribirlo, si te mueres. Yo seguiré viviendo. Porque donde no tiene voz un hombre allí, mi voz. Donde los negros sean apaleados yo no puedo estar muerto. Cuando entren en la cárcel mis hermanos entraré yo con ellos. Cuando la victoria, no mi victoria, sino la gran victoria llegue aunque esté mudo debo hablar: yo la veré llegar aunque esté ciego. No, perdóname. Si tú no vives, si tú, querida, amor mío, si tú te has muerto, todas las hojas caerán en mi pecho, lloverá sobre mi alma noche y día, la nieve quemará mi corazón, andaré con frío y fuego y muerte y nieve, mis pies querrán marchar hacia donde tú duermes, pero seguiré vivo, porque tú me quisiste sobre todas las cosas indomable, y, amor, porque tú sabes que soy no sólo un hombre sino todos los hombres.
PEQUEÑA AMÉRICA
Cuando miro la forma de América en el mapa, amor, a ti te veo: las alturas del cobre en tu cabeza, tus pechos, trigo y nieve, tu cintura delgada, veloces ríos que palpitan, dulces colinas y praderas y en el frío del sur tus pies terminan su geografía de oro duplicado. Amor, cuando te toco no sólo han recorrido mis manos tu delicia, sino ramas y tierras, frutas y agua, la primavera que amo, la luna del desierto, el pecho de la paloma salvaje, la suavidad de las piedras gastadas por las aguas del mar o de los ríos y la espesura roja del matorral en donde la sed y el hambre acechan. Y así mi patria extensa me recibe, pequeña América, en tu cuerpo. Aún más, cuando te veo recostada veo en tu piel, en tu color de avena, la nacionalidad de mi cariño. Porque desde tus hombros el cortador de caña de Cuba abrasadora me mira, lleno de sudor oscuro, y desde tu garganta pescadores que tiemblan en las húmedas casas de la orilla me cantan su secreto. Y así a lo largo de tu cuerpo, pequeña América adorada las tierras y los pueblos interrumpen mis besos y tu belleza entonces no sólo enciende el fuego que arde sin consumirse entre nosotros, sino que con tu amor me está llamando y a través de tu vida me está dando la vida que me falta y al sabor de tu amor se agrega el barro, el beso de la tierra que me aguarda.
Oda y Germinaciones
I
El sabor de tu boca y el color de tu piel, piel, boca, fruta mía de estos días veloces, dímelo, fueron sin cesar a tu lado por años y por viajes y por lunas y soles y tierra y llanto y lluvia y alegría o sólo ahora, sólo salen de tus raíces como a la tierra seca el agua trae germinaciones que no conocía o a los labios del cántaro olvidado sube en el agua el gusto de la tierra? No sé, no me lo digas, no lo sabes. Nadie sabe estas cosas. Pero acercando todos mis sentidos a la luz de tu piel, desapareces, te fundes como el ácido aroma de una fruta y el calor de un camino, el olor del maíz que se desgrana, la madreselva de la tarde pura, los nombres de la tierra polvorienta, el perfume infinito de la patria: magnolia y matorral, sangre y harina, galope de caballos, la luna polvorienta de la aldea, el pan recién nacido: ay todo de tu piel vuelve a mi boca, vuelve a mi corazón, vuelve a mi cuerpo, y vuelvo a ser contigo la tierra que tú eres: eres en mí profunda primavera: vuelvo a saber en ti cómo germino.
II
Años tuyos que yo debí sentir crecer cerca de mí como racimos hasta que hubieras visto cómo el sol y la tierra, a mis manos de piedra te hubieran destinado hasta que uva con uva hubieras hecho cantar en mis venas el vino. El viento o el caballo desviándose pudieron hacer que yo pasara por tu infancia, el mismo cielo has visto cada día, el mismo barro del invierno oscuro, la enramada sin fin de los ciruelos y su dulzura de color morado. Sólo algunos kilómetros de noche, las distancias mojadas de la aurora campestre, un puñado de tierra nos separó, los muros transparentes que no cruzamos, para que la vida, después, pusiera todos los mares y la tierra entre nosotros, y nos acercáramos a pesar del espacio, paso a paso buscándonos, de un océano a otro, hasta que vi que el cielo se incendiaba y volaba en la luz tu cabellera y llegaste a mis besos con el fuego de un desencadenado meteoro y al fundirte en mi sangre, la dulzura del ciruelo salvaje de nuestra infancia recibí en mi boca, y te apreté a mi pecho como si la tierra y la vida recobrara.
III
Mi muchacha salvaje, hemos tenido que recobrar el tiempo y marchar hacia atrás, en la distancia de nuestras vidas, beso a beso, recogiendo de un sitio lo que dimos sin alegría, descubriendo en otro el camino secreto que iba acercando tus pies a los míos, y así bajo mi boca vuelves a ver la planta insatisfecha de tu vida alargando sus raíces hacia mi corazón que te esperaba. Y una a una las noches entre nuestras ciudades separadas se agregan a la noche que nos une. La luz de cada día su llama o su reposo nos entregan, sacándolos del tiempo, y así se desentierra en la sombra o la luz nuestro tesoro, y así besan la vida nuestros besos: todo el amor en nuestro amor se encierra: toda la sed termina en nuestro abrazo. Aquí estamos al fin frente a frente, nos hemos encontrado, no hemos perdido nada. Nos hemos recorrido labio a labio, hemos cambiado mil veces, entre nosotros la muerte y la vida, todo lo que traíamos como muertas medallas lo echamos al fondo del mar, todo lo que aprendimos no nos sirvió de nada: comenzamos de nuevo, terminamos de nuevo muerte y vida. Y aquí sobrevivimos, puros, con la pureza que nosotros creamos, más anchos que la tierra que no pudo extraviarnos, eternos como el fuego que arderá cuanto dure la vida.
IV
Cuando he llegado aquí se detiene mi mano. Alguien pregunta: Dime por qué, como las olas en una misma costa, tus palabras sin cesar van y vuelven a su cuerpo? Ella es sólo la forma que tú amas? Y respondo: mis manos no se sacian en ella, mis besos no descansan, por qué retiraría las palabras que repiten la huella de su contacto amado, que se cierran guardando inútilmente como en la red el agua, la superficie y la temperatura de la ola más pura de la vida? Y, amor, tu cuerpo no sólo es la rosa que en la sombra o la luna se levanta o sorprendo o persigo. No sólo es movimiento o quemadura, acto de sangre o pétalo del fuego, sino que para mí tú me has traído mi territorio, el barro de mi infancia, las olas de la avena, la piel redonda de la fruta oscura que arranqué de la selva, aroma de maderas y manzanas, color de agua escondida donde caen frutos secretos y profundas hojas. Oh amor tu cuerpo sube como una línea pura de vasija desde la tierra que me reconoce y cuando te encontraron mis sentidos tú palpitaste como si cayeran dentro de ti la lluvia y las semillas! Ay que me digan cómo pudiera yo abolirte y dejar que mis manos sin tu forma arrancaran el fuego a mis palabras! Suave mía, reposa tu cuerpo en estas líneas que te deben más de lo que me das en tu contacto, vive en estas palabras y repite en ellas la dulzura y el incendio, estremécete en medio de sus sílabas, duerme en mi nombre como te has dormido sobre mi corazón, y así mañana el hueco de tu forma guardarán mis palabras y el que las oiga un día recibirá una ráfaga de trigo y amapolas: estará todavía respirando el cuerpo del amor sobre la tierra!
V
Hilo de trigo y agua de cristal o de fuego, la palabra y la noche, el trabajo y la ira, la sombra y la ternura todo lo has ido poco a poco cosiendo a mis bolsillos rotos y no sólo en la zona trepidante en que amor y martirio son gemelos como dos campanas de incendio, me esperaste, amor mío, sino en las más pequeñas obligaciones dulces. El aceite dorado de Italia hizo tu nimbo, santa de la cocina y la costura, y tu coquetería pequeñuela, que tanto se tardaba en el espejo, con tus manos que tienen pétalos que el jazmín envidiaría lavó los utensilios y mi ropa, desinfectó las llagas. Amor mío, a mi vida llegaste preparada como amapola y como guerrillera: de seda el esplendor que yo recorro con el hambre y la sed que sólo para ti traje a este mundo, y detrás de la seda la muchacha de hierro que luchará a mi lado. Amor, amor, aquí nos encontramos. Seda y metal, acércate a mi boca.
VI
Y porque Amor combate no sólo en su quemante agricultura, sino en la boca de hombres y mujeres, terminaré saliéndoles al camino a los que entre mi pecho y tu fragancia quieran interponer su planta oscura. De mí nada más malo te dirán, amor mío de lo que yo te dije. Yo viví en las praderas antes de conocerte y no esperé el amor sino que estuve acechando y salté sobre la rosa. Qué más pueden decirte? No soy bueno ni malo sino un hombre, y agregarán entonces el peligro de mi vida, que conoces y que con tu pasión has compartido. Y bien, este peligro es peligro de amor, de amor completo hacia toda la vida, hacia todas las vidas, y si este amor nos trae la muerte o las prisiones, yo estoy seguro que tus grandes ojos, como cuando los beso se cerrarán entonces con orgullo, con doble orgullo, amor, con tu orgullo y el mío. Pero hacia mis orejas vendrán antes a socavar la torre del amor dulce y duro que nos liga, y me dirán: “Aquella que tú amas, no es mujer para ti, por qué la quieres? Creo que podrías hallar una más bella, más seria, más profunda, más otra, tú me entiendes, mírala qué ligera, y qué cabeza tiene, y mírala cómo se viste y etcétera y etcétera”. Y yo en estas líneas digo: así te quiero, amor, amor, así te amo, así como te vistes y como se levanta tu cabellera y como tu boca se sonríe, ligera como el agua del manantial sobre las piedras puras, así te quiero amada. Al pan yo no le pido que me enseñe sino que no me falte durante cada día de la vida. Yo no sé nada de la luz, de dónde viene ni dónde va, yo sólo quiero que la luz alumbre, yo no pido a la noche explicaciones, yo la espero y me envuelve, y así tú, pan y luz y sombra eres. Has venido a mi vida con lo que tú traías, hecha de luz y pan y sombra te esperaba, y así te necesito, así te amo, y a cuantos quieran escuchar mañana lo que no les diré, que aquí lo lean, y retrocedan hoy porque es temprano para estos argumentos. Mañana sólo les daremos una hoja del árbol de nuestro amor, una hoja que caerá sobre la tierra como si la hubieran hecho nuestros labios, como un beso que cae desde nuestras alturas invencibles para mostrar el fuego y la ternura de un amor verdadero.
EPITALAMIO
Recuerdas cuando en invierno llegamos a la isla? El mar hacia nosotros levantaba una copa de frío. En las paredes las enredaderas susurraban dejando caer hojas oscuras a nuestro paso. Tú eras también una pequeña hoja que temblaba en mi pecho. El viento de la vida allí te puso. En un principio no te vi: no supe que ibas andando conmigo, hasta que tus raíces horadaron mi pecho, se unieron a los hilos de mi sangre, hablaron por mi boca, florecieron conmigo. Así fue tu presencia inadvertida, hoja o rama invisible y se pobló de pronto mi corazón de frutos y sonidos. Habitaste la casa que te esperaba oscura y encendiste las lámparas entonces. Recuerdas, amor mío, nuestros primeros pasos en la isla? Las piedras grises nos reconocieron, las rachas de la lluvia, los gritos del viento en la sombra. Pero fue el fuego nuestro único amigo, junto a él apretamos el dulce amor de invierno a cuatro brazos. El fuego vio crecer nuestro beso desnudo hasta tocar estrellas escondidas, y vio nacer y morir el dolor como una espada rota contra el amor invencible. Recuerdas, oh dormida en mi sombra, cómo de ti crecía el sueño, de tu pecho desnudo abierto con sus cúpulas gemelas hacia el mar, hacia el viento de la isla y cómo yo en tu sueño navegaba libre, en el mar y en el viento atado y sumergido sin embargo al volumen azul de tu dulzura? Oh dulce, dulce mía, cambió la primavera los muros de la isla. Apareció una flor como una gota de sangre anaranjada, y luego descargaron los colores todo su peso puro. El mar reconquistó su transparencia, la noche en el cielo destacó sus racimos y ya todas las cosas susurraron nuestro nombre de amor, piedra por piedra dijeron nuestro nombre y nuestro beso. La isla de piedra y musgo resonó en el secreto de sus grutas como en tu boca el canto, y la flor que nacía entre los intersticios de la piedra con su secreta sílaba dijo al pasar tu nombre de planta abrasadora, y la escarpada roca levantada como el muro del mundo reconoció mi canto, bienamada, y todas las cosas dijeron tu amor, mi amor, amada, porque la tierra, el tiempo, el mar, la isla, la vida la marea, el germen que entreabre sus labios en la tierra, la flor devoradora, el movimiento de la primavera, todo nos reconoce. Nuestro amor ha nacido fuera de las paredes, en el viento, en la noche, en la tierra, y por eso la arcilla y la corola, el barro y las raíces saben cómo te llamas, y saben que mi boca se juntó con la tuya porque en la tierra nos sembraron juntos sin que sólo nosotros lo supiéramos y que crecemos juntos y florecemos juntos y por eso cuando pasamos, tu nombre está en los pétalos de la rosa que crece en la piedra, mi nombre está en las grutas. Ellos todo lo saben, no tenemos secretos, hemos crecido juntos pero no lo sabíamos. El mar conoce nuestro amor, las piedras de la altura rocosa saben que nuestros besos florecieron con pureza infinita, cómo en sus intersticios una boca escarlata amanece: así conocen nuestro amor y el beso que reúne tu boca y la mía en una flor eterna. Amor mía, la primavera dulce, flor y mar, nos rodean. No la cambiamos por nuestro invierno, cuando el viento comenzó a descifrar tu nombre que hoy en todas las horas repite, cuando las hojas no sabían que tú eras una hoja, cuando las raíces no sabían que tú me buscabas en mi pecho. Amor, amor, la primavera nos ofrece el cielo, pero la tierra oscura es nuestro nombre, nuestro amor pertenece a todo el tiempo y la tierra. Amándonos, mi brazo bajo tu cuello de arena esperaremos cómo cambia la tierra y el tiempo en la isla, cómo caen las hojas de las enredaderas taciturnas, cómo se va el otoño por la ventana rota. Pero nosotros vamos a esperar a nuestro amigo, a nuestro amigo de ojos rojos, el fuego, cuando de nuevo el viento sacuda las fronteras de la isla y desconozca el nombre de todos, el invierno nos buscará, amor mío, siempre, nos buscará, porque lo conocemos, porque no lo tememos, porque tenemos con nosotros el fuego para siempre. Tenemos la tierra con nosotros para siempre, la primavera con nosotros para siempre, y cuando se desprenda de las enredaderas una hoja tú sabes amor mío, qué nombre viene escrito en esa hoja, un nombre que es el tuyo y es el mío, nuestro nombre de amor, un solo ser, la flecha que atravesó el invierno, el amor invencible, el fuego de los días, una hoja que me cayó en el pecho, yo una hoja del árbol de la vida que hizo nido y cantó que echó raíces, que dio flores y frutos. Y así ves, amor mío cómo marcho por la isla, por el mundo, seguro en medio de la primavera, loco de luz en el frío, andando tranquilo en el fuego, levantando tu peso de pétalo en mis brazos como si nunca hubiese caminado sino contigo alma mía, como si no supiera caminar sino contigo, corno si no supiera cantar sino cuando tú cantas.
La Carta en el Camino
Adiós, pero conmigo serás, irás adentro de una gota de sangre que circule en mis venas o fuera, beso que me abrasa el rostro o cinturón de fuego en mi cintura. Dulce mía, recibe el gran amor que salió de mi vida y que en ti no encontraba territorio como el explorador perdido en las islas del pan y de la miel. Yo te encontré después de la tormenta, la lluvia lavó el aire y en el agua tus dulces pies brillaron como peces. Adorada, me voy a mis combates. Arañaré la tierra para hacerte una cueva y allí tu Capitán te esperará con flores en el lecho. No pienses más, mi dulce, en el tormento que pasó entre nosotros como un rayo de fósforo dejándonos tal vez su quemadura. La paz llegó también porque regreso a luchar a mi tierra, y como tengo el corazón completo con la parte de sangre que me diste para siempre, y como llevo las manos llenas de tu ser desnudo, mírame, mírame, mírame por el mar, que voy radiante, mírame por la noche que navego, y mar y noche son los ojos tuyos. No he salido de ti cuando me alejo. Ahora voy a contarte: mi tierra será tuya, yo voy a conquistarla, no sólo para dártela, sino que para todos, para todo mi pueblo. Saldrá el ladrón de su torre algún día. Y el invasor será expulsado. Todos los frutos de la vida crecerán en mis manos acostumbrados antes a la pólvora. Y sabré acariciar las nuevas flores porque tú me enseñaste la ternura. Dulce mía, adorada, vendrás conmigo a luchar cuerpo a cuerpo porque en mi corazón viven tus besos como banderas rojas, y si caigo, no sólo me cubrirá la tierra sino este gran amor que me trajiste y que vivió circulando en mi sangre. Vendrás conmigo, en esa hora te espero, en esa hora y en todas las horas, en todas las horas te espero. Y cuando venga la tristeza que odio a golpear a tu puerta, dile que yo te espero y cuando la soledad quiera que cambies la sortija en que está mi nombre escrito, dile a la soledad que hable conmigo, que yo debí marcharme porque soy un soldado, y que allí donde estoy, bajo la lluvia o bajo el fuego, amor mío, te espero. Te espero en el desierto más duro Y junto al limonero florecido, en todas las partes donde esté la vida, donde la primavera está naciendo, amor mío, te espero. Cuando te digan: ‘Ese hombre no te quiere”, recuerda que mis pies están solos en esa noche, y buscan los dulce pequeños pies que adoro. Amor, cuando te digan que te olvidé, y aun cuando sea yo quien lo dice, cuando yo te lo diga, no me creas, quién y cómo podrían cortarte de mi pecho y quién recibiría mi sangre cuando hacia ti me fuera desangrando? Pero tampoco puedo olvidar a mi pueblo. Voy a luchar en cada calle, detrás de cada piedra. Tu amor también me ayuda: es una flor cerrada que cada vez me llena con su aroma y que se abre de pronto dentro de mí como una gran estrella. Amor mío, es de noche. El agua negra, el mundo dormido, me rodean. Vendrá luego la aurora, y yo mientras tanto te escribo para decirte: “Te amo’. Para decirte “Te amo , cuida, limpia, levanta, defiende nuestro amor, alma mía. Yo te lo dejo como si dejara Un puñado de tierra con semillas. De nuestro amor nacerán vidas. En nuestro amor beberán agua. Tal vez llegará un día en que un hombre y una mujer, iguales a nosotros, tocarán este amor y aún tendrá fuerza para quemar las manos que lo toquen. Quiénes fuimos? Qué importa? Tocarán este fuego y el fuego, dulce mía, dirá tu simple nombre y el mío, el nombre que tú sola supiste porque tú sola sobre la tierra sabes quién soy, y porque nadie me conoció como una, como una sola de tus manos, porque nadie supo cómo, ni cuándo mi corazón estuvo ardiendo: tan sólo tus grandes ojos pardos lo supieron, tu ancha boca, tu piel, tus pechos, tu vientre, tus entrañas y el alma tuya que yo desperté para que se quedara cantando hasta el fin de la vida. Amor, te espero. Adiós, amor, te espero. Amor, amor, te espero. Y así esta carta se termina sin ninguna tristeza: están firmes mis pies sobre la tierra, mi mano escribe esta carta en el camino, y en medio de la vida estaré siempre junto al amigo, frente al enemigo, con tu nombre en la boca y un beso que jamás se apartó de la tuya.
Pablo Neruda y Matilde Urrutia en Atlántida. Una historia de amor clandestino
En
Uruguay existe un museo en la casa que Pablo Neruda solía pasar sus
vacaciones junto a Matilde Urrutia cuando aún no estaban casados. Una
colección de fotos y varios objetos personales recuerdan el paso del
gran poeta chileno por las costas del Río de la Plata.
Por Gustavo Laborde, corresponsal del Servicio Informativo Iberoamericano de la OEI, Montevideo, Uruguay.
Atlántida,
un pequeño balneario del Río de la Plata, situado a 40 kilómetros de
Montevideo, fue el refugio de una clandestina historia de amor. Con el
apacible mar como testigo y los silenciosos bosques de pinos como
cómplices, el poeta Pablo Neruda y su entonces amante y posterior
esposa Matilde Urrutia vivieron allí un pasión tan secreta como
intensa. La casa que albergó a los amantes fue convertida en un museo
llamado Paseo Neruda, en homenaje al gran poeta chileno.
Se
trata de una hermosa mansión de tres pisos, estilo Liberty, situada
sobre la orilla del mar -desde donde se pueden ver espectaculares
puestas de sol- y adornada con varios objetos que fueron propiedad del
poeta, así como otros que lo recuerdan. El público que lo visita puede
recorrer las salas superiores, recreadas tal como estaban cuando las
habitaban Pablo Neruda y Matilde Urrutia. Una hermosa chalina,
tenedores de hueso, muebles, un extenso epistolario, objetos varios y
hasta un tierno herbario que la pareja fue haciendo poco a poco con la
flora del lugar. Todos estos elementos dan cuenta de que Neruda no sólo
escribía poesía, sino que vivía poéticamente. Además de sus
pertenencias, Paseo Neruda exhibe una formidable colección de retratos
que la fotógrafa argentina Sara Facio le tomó al chileno. El museo
también alberga, en las habitaciones de planta inferior, una cafetería
y restaurante para que los que hasta allí lleguen puedan regalarse
algún placer al paladar, algo de lo que Neruda no se privaba en
absoluto.
Neruda
mantuvo una relación muy estrecha con Uruguay. En su juventud
experimentó gran interés y declarada influencia por el poeta uruguayo
Carlos Sabat Ercasty. Pero su relación con este país fue, sobre todo,
de índole afectiva. Uno de sus mejores amigos uruguayos fue el
arquitecto y cineasta Alberto Mántaras. Esa amistad nació en 1952
durante la travesía en un barco que zarpó del puerto francés de Cannes
y que tenía por destino a Montevideo y luego Buenos Aires. Neruda
viajaba junto a Matilde Urrutia con la intención de pasar una temporada
junto a ella en Atlántida, pero el encuentro se vio aplazado. Al llegar
a Montevideo, el poeta se encontró con que una delegación llegada desde
Chile lo estaba esperando en el puerto para saludarlo. Como hasta ese
entonces su relación con Matilde Urrutia era clandestina (Neruda
todavía estaba casado con Delia del Carril) ella, para disolver
cualquier sospecha, debió seguir viaje hasta Buenos Aires. Su amigo
Alberto Mántaras y su esposa Olga dieron amparo a esa relación. Cuando
finalmente el poeta se separó de Delia del Carril para casarse con
Matilde, el matrimonio uruguayo recibió una carta invitándolos a la
boda en Isla Negra: “Los esperamos a ustedes como testigos, hermanos y
cómplices”, les escribió.
Atlántida
se incorporó al universo poético de Neruda bajo la forma de un
anagrama. En sus versos nombra al lugar de sus pasiones como Datitla.
Una vez Neruda viajó desde Finlandia y la Unión Soviética hasta este
pequeño balneario de la costa uruguaya para encontrarse con Matilde.
Estos versos fueron escritos en aquella oportunidad.
“Y
cuando/ de regreso/ brilló tu boca bajo los pinares/ de Datitla y
arriba/ silbaron, crepitaron/ y cantaron/ extravagantes/ pájaros/ bajo
la luna de Montevideo, entonces/ a tu amor he regresado/ a la alegría
de tus anchos ojos;/ bajé, toqué la tierra/ amándote y amando/ mi viaje
venturoso”
Pero
estos no son los únicos versos que Neruda le dedicó a parajes
uruguayos; en su poesía también se mencionan el balneario Punta del
Este, Montevideo y hasta el característico puente ondulante de la Barra
de Maldonado (”entre agua y aire brilla el puente curvo/ entre verde y
azul las curvaturas).
En el Museo Paseo Neruda también se conservan tres cortometrajes
inéditos en los que participa Pablo Neruda como actor, que fueron
dirigidos por su amigo uruguayo, Alberto Mántaras. Y hablando de
películas, hay una anécdota que involucra a ambos amigos y que parece
salida de una novela. Neruda, cuyo afecto a la buena comida y la buena
bebida ha sido siempre resaltado, había introducido en Montevideo un
cóctel de su invención, llamado Nikolasa, al que le atribuía
propiedades vigorizantes. El trago no es muy difícil de preparar. Se
necesita un buen cognac, gajos no muy gruesos de limón y un recipiente
con azúcar. Neruda recomendaba que se exprimiese el gajo de limón, se
lo frotara en el azúcar, se lo llevara a la boca y allí se lo triturara
para recién después darle un abundante sorbo al cognac. El particular
tónico fue probado por el narrador uruguayo y amigo de Neruda, Alfredo
Gravina, durante una reunión. Los invitados no olvidaron la escena.
Luego de tragar el brebaje se vio al hombre gritar y saltar enfurecido,
correr en todas direcciones y hacer todo tipo de ademanes. Dicen que la
calma no le llegó ni siquiera cuando terminó de trepar un árbol que
había en las inmediaciones.OEI
EN UNA AUTOPISTA DESIERTA Y OSCURA VIENTO FRESCO EN MI CABELLO CÁLIDO OLOR DE COLITAS [EL CABELLO DE ELLA] LEVANTÁNDOSE A TRAVÉS DEL AIRE
MÁS ADELANTE EN LA DISTANCIA VÍ UNA LUZ BRILLANTE MI CABEZA SE PONÍA PESADA, Y MI VISTA OSCURECÍA TENÍA QUE PARAR POR LA NOCHE
ALLÁ ELLA SE PARÓ EN LA ENTRADA ESCUCHÉ LA CAMPANILLA [PARA LLAMAR AL SERVICIO?] Y ESTABA PENSANDO PARA MIS ADENTROS ESTO PODRÍA SER EL CIELO O EL INFIERNO
LUEGO ELLA PRENDIÓ UNA VELA Y ME MOSTRÓ EL CAMINO HABÍA VOCES POR EL CORREDOR CREÍ QUE LAS ESCUCHÉ DECIR
BIENVENIDOS AL HOTEL CALIFORNIA QUÉ HERMOSO LUGAR (QUÉ HERMOSO LUGAR) QUÉ HERMOSA FACHADA
LLENO DE CUARTOS EN EL HOTEL CALIFORNIA EN CUALQUIER ÉPOCA DEL AÑO (EN CUALQUIER ÉPOCA DEL AÑO) PUEDES ENCONTRARLO AQUÍ
ELLA SE ENLOQUECIÓ CONSIGUIÓ EL MERCEDEZ BENZ® CONSIGUIÓ MUCHOS CHICOS BONITOS A LOS QUE LLAMÓ "AMIGOS" CÓMO ELLOS BAILAN EN EL PATIO DULCE SUDOR DE VERANO Letras4U.com » letras traducidas al español ALGUNOS BAILAN PARA RECORDAR ALGUNOS BAILAN PARA OLVIDAR
ENTONCES LLAMÉ AL CAPITÁN POR FAVOR TRÁIGAME MI VINO, Y EL DIJO NOSOTROS NO HEMOS TENIDO ESE LICOR DESDE 1969 Y TODAVÍA ESAS VOCES LLAMAN DESDE LO LEJOS TE DESPIERTAN EN LA MITAD DE LA NOCHE SOLO PARA ESCUCHARLAS DECIR
BIENVENIDOS AL HOTEL CALIFORNIA QUÉ LUGAR TAN ENCANTADOR (QUÉ LUGAR TAN ENCANTADOR) QUÉ HERMOSA FACHADA ELLOS LO ESTÁN VIVIENDO EN EL HOTEL CALIFORNIA QUÉ AGRADABLE SORPRESA (QUÉ AGRADABLE SORPRESA) TRAE TUS EXCUSAS [ALIBIES SON LAS PRUEBAS DE QUE UNO NO ESTUVO EN LA ESCENA DEL CRIMEN CUANDO FUE COMETIDO]
ESPEJOS EN EL TECHO DIBUJO[?] DE CHAMPAÑA EN HIELO, Y ELLA DIJO NOSOTROS AQUÍ SOMOS VÍCTIMAS DE NUESTRO PROPIO INVENTO Y EN LA RECÁMARA DEL MAESTRO ELLOS SE REUNIERON PARA EL FESTÍN LA CORTABAN CON SUS CUCHILLOS DE ACERO PERO SIMPLEMENTE NO PODÍAN MATAR LA BESTIA
LO ÚLTIMO QUE RECUERDO ESTABA CORRIENDO HACIA LA PUERTA TENÍA QUE ENCONTRAR EL PASADIZO HACIA EL LUGAR DONDE ESTABA ANTES ´RELÁJESE´, DIJO EL HOMBRE DE LA NOCHE ESTAMOS PROGRAMADOS PARA RECIBIR PUEDES INTENTAR EN EL MOMENTO QUE QUIERAS PERO NUNCA TE PODRÁS IR
"ERES Y SERÁS POR SIEMPRE REPETICIÓN INAGOTABLE SOBRE MI PIEL" JEM WONG 30-09-2009