Ven a mi rómpeme las lunas
Cae la noche palpitan los cascos el corcel del Rey camina oblicuo con la espada alta de los sueños guardada en el cinto del tiempo. Amado cabalga de prisa, me caigo alucino tu ojo enorme, azulado y me alumbra el cielo casi muero.
Los prados se agitan furiosos, mecen las olas los mares y el cielo oscurece En tu infierno incandescente, amor se desbastan hoy todos los jardines y el viento destroza los cristales y desnuda mis bestias me apresuran sacudida por el látigo y tus manos.
Destroza muros, abre las paredes explótalas vampiro loco, lame sangre que la flecha negra anuncie la llegada colosal mientras la loba aúlla la colina
Ven a mi rómpeme las lunas mi Rey en esta espesura esgrime tu sable entre estos laberintos y escaleras descubre el umbral desnudo, mis vellos sobre el círculo del rito ; Consúmeme la primavera, con la lágrima de mis senos
Fúndete en los arroyos de sangre con los cantos cerrados de amor hiere mis venas, corta las alas del corazón con tus frases apócrifas conjúrame martiriza esta flor que se enrojece y chupa la linfa del pozo en que te escondes
Gime sobre la piedra de los escalofríos que nuestras carnes se quemen en la pira con la mirada lasciva de tus bajos instintos ora el rezo de San Cipriano.
Cicatrices profundas arden mis grietas. Lames desesperado todas las cuevas pequeñas, grandes, medianas, todas los oídos no quedan inmunes, híncalos con el rumor de tus dientes, sáciame el incisivo clavádmelo en el vientre.
La rosa pule sus garras en la piedra clavándola sobre la piel que se agita cíñete entero a esta eternidad de sangre sigue tu rictus incisivo delicioso ya humilde ríndete lamiendo las brasas Rey, cochero de la sensualidad.
Fanny Jem Wong 07-06-05.
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